"Nos vamos a correr"
Algunas veces, resulta complicado compaginar tu vida con el resto del mundo: estudiar, hacer acto social y terapia familiar; trabajar; viajar; soñar despierto o simplemente, escoger un momento, una revista o salir a caminar; y un largo etc. Sin embargo, año tras año volvemos a realizar los mismos propósitos de año nuevo que "poco" o "nada" realizaremos. Pero dejemos creer a nuestra mente que lo haremos.
Uno de estos propósitos de estos últimos días (sí, decidí probarlo antes para ver si era un propósito óptimo para esta nueva entrada de año): Correr.
Dicha actividad duró 2 semanas aprox. (9 días). Fue dura, complicada y, poco a poco, fuimos encontrando nuevos aprendizajes con sus respectivos obstáculos. Elementos claves a tener en cuenta:
1. "Correr con tu perro puede ser divertido".
Así que me llevé a mi perro Tom (nombre poco común de los animales domésticos de 4 patas) a hacer ejercicio. Llevaba una vida demasiado sedentaria y cada vez existía una dependencia hacia las gominolas y al absentismo. Por supuesto, estamos hablando de mi perro. Sin embargo, que tu perro se pase persiguiendo a un gato o elemento imaginario, durante los 5 últimos minutos que faltan para regresar al hogar, como si participase en una maratón, no era lo que consideraba por comenzar poco a poco (teniendo en cuenta de que ha tardado 8 días en darse cuenta de que ese objeto no era real).
2. "El equipamiento es imprescindible".
Tom necesitaba algo para no mojarse con la lluvia. No es que se volviese un perro snop a los 11 años (camino de los 12 en 2012), si no que pillar catarro y que cada vez que se te acercase a oler dejase una serie de sustancias, resultaba un asunto de "fuerza mayor". Así que, debido a su tamaño desproporcionado y el escaso presupuesto económico, decidí desplazarme a la única tienda especialista de mi zona, "el chino de mi barrio". Allí descubrí que por un módico precio puedes encontrarte un chubasquero perruno de color rojo, con capucha, forrado y con franjas reflectantes. Sin embargo, Tom no lo lleva muy bien y ha dejado de ser Rex para convertirse en una adaptación que se ve en la oscuridad.
3. "Hay que comenzar poco a poco".
Por lo que decidí ir recorriendo pequeñas distancias hasta completar los 1500m de mi recorrido. Es importante no forzar a mi perro, ya que le acababa de alejar de su vida placentera y relajada de jubilado retirado. Aunque creo que mis músculos han notado el esfuerzo sometido y quería introducir cambios poco a poco porque no quería adquirir la imagen musculada de los deportistas profesionales.
4. "Es bueno marcar un horario fijo".
Una meta clave hasta que comencé a darme cuenta de un pequeño detalle, ¿y si un día no pudiese continuar? ¿y si salía de copas? ¿y si al día siguiente tenía que madrugar? ¿y si...?
Que conste, hasta ese momento, 1 hora de tu vida resultaba prescindible.
5. "Hay que estirarse".
En el colegio y en el instituto no me podía quejar con mis notazas en gimnasia de "sobresaliente" a pesar de mis problemas personales con el potro (se movía él solo); la cuerda (no entiendo para qué había tantos nudos si yo me quedaba en el primero); o la pista de atletismo (considero que no estaba adaptada la distancia a nuestras necesidades como alumnado y recorrerla entera significaba que a la vuelta ya habría terminado la clase); por lo que los estiramientos los tenía dominados y más gracias a mi pasado de jugadora de equipo de volleyball (estuvimos a punto de ganar algún partidillo y conocía la función del banquillo). Aunque me di cuenta de que había que hacerlos a partir del 4º día.
6. "Las condiciones climáticas".
Quizás uno de mis grandes obstáculos ha sido el frío. Puede que al estar en la estación invernal debería de haberlo tenido previsto, pero cuando llegó me pilló de sopetón (y a Tom también). Teníamos la equipación adecuada; el pensamiento claro, pero quizás, nuestra vida sedentaria había sido demasiado conformista, nuestro cuerpo no logró resistirlo y, poco a poco, buscó el hogar familiar tras salvar la vida de un cachorrito (pero esto, amigos, esto es otra historia). Allá se fue el horario, el equipamiento y las persecuciones hacia lo desconocido durante los 1400m de nuestro recorrido.
Así que, queridos blogeros, seguidores ocultos y no tan ocultos; primeros lectores; desde ese choque contra la realidad comenzamos, Tom y yo, a valorar lo que significaba "salir a correr". Por eso, en este 2012, no hay que rendirse y tras una breve meditación: ¡¡¡2 de Enero de 2012 volvemos a correr!!!! (o por lo menos, es un buen propósito, ¿verdad?)
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